Nuestros pequeños deben tener conciencia de la importancia que el reciclaje tiene en su vida. Para ello, nosotros, como en el resto de aspectos educacionales que le rodean, somos su mejor ejemplo. De nada sirve que nos bombardeen en los medios de comunicación, en la escuela o desde las administraciones públicas, si no hacemos, de esta práctica una rutina más de las que componen nuestra vida.
Algunas ideas para que los pequeños cuiden del medio ambiente mientras se divierten.
Nuevos juguetes y objetos para casa. Las cajas de cartón siempre suelen ser muy útiles. Podemos fabricar una casa para las muñecas, un cochecito, un tren… incluso podemos utilizar pinturas de colores o adornarlos con trozos de papel que hemos recortado de revistas viejas o propaganda de esa que, siempre, nos cuelan en el buzón. Los botes de mermelada u otros alimentos, nos pueden servir como porta-lápices o para guardar las pinturas, las gomas de borrar, etcétera.
Ropa olvidada para nuevos modelos. Siempre tenemos ropa que ya no usamos pero que la conservamos por muchas razones. Si, todavía nos resistimos a llevarla a algún centro de beneficencia o a dejarla en el contenedor de ropa usada, podemos hacerle cambios que nos ayudaran a tener modelos nuevos para la próxima temporada. Cortar mangas, subir los bajos, combinar varias prendas para crear una nueva… los retales sobrantes nos servirán como paños para la cocina o para la limpieza.
Donar la ropa y los juguetes
Aprender a usar los contenedores. Llevarlo con nosotros cuando vayamos a reciclar, así le podemos explicar el sentido y beneficio de la tarea que estamos haciendo. Los ejemplos ayudan a nuestros niños a comprender conceptos que, todavía, no pueden entender: ‘¿Sabes que con una tonelada de papel reciclado podemos salvar a 17 árboles?’
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